Itinerario por el Peñón

Hoy invitamos a todos los amantes de la naturaleza y la cultura, vecinos y visitantes de la ciudad de Peñarroya - Pueblonuevo y comarca a acompañarnos en este itinerario interdisciplinar por el Peñón.

Quisiéramos que todos, desde los niños hasta nuestros mayores, disfrutaran contemplando y saboreando este entorno maravilloso que los ha visto crecer y que pretendemos dar a conocer con nuestro escrito.

Sin duda que muchos hemos subido a su cumbre y visto la panorámica que desde allá arriba se contempla. Pero posiblemente no nos hemos fijado en detalles que, cual páginas de un libro, queremos abrir ahora ante los ojos de nuestros ciudadanos.

Debemos conocer nuestro entorno para apreciarlo y conservarlo mejor, en especial este emblema que es el Peñón de Peñarroya, bajo cuya sombra se cobija una parte de nuestro pueblo, y hacía el que se dirigen nuestras miradas muchas veces al día.

El itinerario que proponemos se realiza en una media de 2 horas de subida y algo menos de bajada con las paradas correspondientes que iremos reseñando a lo largo del mismo. El grado de dificultad es medio y recomendamos hacerlo especialmente entre los meses de Febrero y Junio sin desdeñar cualquier otra fecha del año.

ImagenCon un calzado adecuado, una garrota en la mano, deseos de aspirar aire puro, mente abierta, una cantimplora y sobrado tiempo cualquier persona en condiciones físicas normales puede hacer el camino y senda que le llevarán al Peñón.
Tomamos como punto de partida la fuente de "La Poza" que se encuentra en el lateral N.O. del casco urbano. Es el manantial de agua del que se ha surtido tradicionalmente la población, junto con el "Pozo de beber". Recoge las aguas procedentes de un acuífero subterráneo situado en la falda del Peñón, y a través de una antigua canalización las hace aflorar en el lugar que ahora contemplamos, reformado con gusto hace varios años, y que hoy se ha convertido en lugar de esparcimiento y tertulia para nuestros abuelos.
Aquí podemos llenar nuestra cantimplora de agua fresca y natural para iniciar la marcha.


ImagenEmpezamos a andar el camino, dejando a la derecha las últimas casas de la localidad, cruzamos el lecho seco del arroyo que baja del Peñón y ahora nos encontramos con una cuesta muy pronunciada, el camino se empina y nos dificulta la subida; pero no hay que desanimarse con este primer obstáculo, no llegarán a 200 metros los que quedan para hacer nuestra siguiente parada: son las "Peñas del Atajo".

Un afloramiento rocoso de los varios que forman "Las Peñas" nos contempla, interesantes desde el punto de vista geológico con sus materiales cuarcíticos agrietados de color del óxido férrico, desde donde tenemos una primera vista de la población y su entorno.

Aquí nos detenemos para observar la vegetación que nos rodea: la gama de colores y la diversidad de olores se corresponde con los de la flora mediterránea: desde el morado de la lavanda hasta el amarillo de la almohadillada y espinosa aulaga, pasando por el blanco, rosa y verde de la jara florecida.

Continuamos ahora con buen ánimo el tramo más largo del itinerario que nos llevará hasta la meseta del Peñón. El camino asciende lentamente y serpentea girando a derecha, izquierda y finalmente vuelta a la derecha de frente hacia la rocosa mole...

Contemplamos de paso el matorral de bosque bajo mediterráneo que predomina en este espacio: más jaras y jaguarzos, retoños de encinas y cornicabras... y hasta es posible sorprendernos con la visión rápida de algún pequeño animal silvestre.

ImagenEl camino casi se convierte en senda cuando llegamos a la tercera parada. "La Meseta del Peñón"; estamos en la zona oeste del mismo sobre los restos de un antiguo poblado calcolítico, interesante yacimiento arqueológico sobre terrazas a distintos niveles, donde apreciamos los ruinosos muros concéntricos de piedra que nos hablan de un pasado remoto a través de los diversos útiles en cuarzo y silex, así como restos de cerámica que se han encontrado allí.
Desde este lugar divisamos el Valle del Alto Guadiato con la Sierra de los Santos que lo enmarca por un lateral; debajo de nosotros se extiende alargado el casco urbano de la ciudad de Peñarroya-Pueblonuevo, cerca la lámina de agua del embalse de Sierra Boyera, y a nuestra derecha las cicatrices provocadas por las explotaciones mineras.

Mientras unos ya descansan y se relajan con la vista del entorno que se ofrece, otros, los más arriesgados y preparados pueden atacar el último tramo de unos 50 m. hasta subir a la cumbre del Peñón; llegar a la cota 779 m. es todo un triunfo para los privilegiados que han coronado la empresa.

Sin duda ha merecido la pena la ascensión, pues la magnífica panorámica que desde lo alto de la cima se divisa compensa con creces todos los esfuerzos realizados hasta el momento. Un mirador en este lugar facilitaría la visión de toda la comarca del Alto Guadiato.

Imagen!Cuántos elementos geográficos se contemplan!. Desde el cerro de la Calaveruela, divisoria de aguas y lugar de nacimiento del Guadiato y del Zújar hasta la Sierra del Castillo en Espiel, poblaciones como Azuaga o Granja de Torrehermosa en Badajoz hasta la torre del homenaje del castillo de Belalcázar en los días claros con prismáticos.

Nos encontramos allí mismo con un nido de ametralladoras de la guerra civil, una gran cruz colocada en los años 50 y el correspondiente vértice geodésico de la triangulación hecha a efectos cartográficos.

Las calizas cuarcíticas tajadas nos hablan de su origen geológico y la erosión diferencial ha hecho un buen trabajo en este cerro testigo o "inselberg" como observamos en cada trecho de la roca y dificultándonos el paso.

Vamos ahora a iniciar el descenso por la cara sureste, siguiendo el sendero que bordea el enorme Peñón, y de paso, al tratarse de su cara mas umbría, fresca y húmeda apreciamos cómo la vegetación se diversifica y allí se encuentran arbustos como el majuelo y la retama, e incluso ciruelos e higueras silvestres, una flora muy rica y diversa, y hasta puede que nos sorprenda el vuelo fugaz de alguna de las rapaces que anidan todavía en esta parte.

ImagenEstamos delante de la "Cueva de la Botella", denominada así por la forma de la entrada, que ofrece ciertas dificultades para entrar en ella y apreciar restos de pequeñas estalactitas o estalagmitas. Avanzamos un poco mas por la senda que va bordeando la roca y un tanto al resguardo de las miradas ajenas está lo que consideramos la joya del Peñón: el "Abrigo de la Virgen". Sus pinturas rupestres esquemáticas repartidas en tres grupos con su color rojo característico nos impactarán y nos hablarán de la conveniencia de su restauración y conservación para que la incuria humana no termine por destruirlas.

Enfilamos entre olivares una bajada rápida dejando a nuestra derecha la inconfundible silueta del Peñón con sus torres para la iluminación nocturna, tomamos un estrecho camino empedrado que sale a la izquierda y bajamos de frente hacia el casco de la población para observar de paso nuestro edificio público más antiguo: la Ermita, hoy día "Real Iglesia Matriz de Ntra. Sra. del Rosario"

ImagenSe trata de un pequeño y sencillo edificio de planta rectangular con su espadaña y portada de arco de medio punto enmarcado entre dobles pilastras, construido en el siglo XVI en estilo renacentista, y reformado varias veces en el transcurso del tiempo. En él se conserva la talla en madera policromada de la Virgen del Rosario de finales del siglo XV, patrona, de la ciudad de Peñarroya-Pueblonuevo y en cuyo honor se celebra en Octubre la feria mayor de la población.

Con esta última etapa hemos llegado al final de nuestro itinerario, un poco cansados pero alegres y reconfortados por todo lo que hemos apreciado a lo largo del camino.